dimarts, de desembre 12, 2006

DESDE LONDRES, CON ESTUPOR (II)

Tenemos un nuevo Jack the Ripper en Albion. El actual, en vez de trinchar prostitutas en Whitechapel, se ha trasladado hacia el noreste. Ipswich (no confundir con aquella poblacion-Norwich-de la cual proviene ese equipo de futbol cuya indumentaria es pantalon verde y samarra amarilla contra el cual todos hemos jugado de pequenos con la Sega Master System...) tiene el dudoso privilegio de tener entre sus conciudadanos a un criminal (o a varios actuando de forma coordinada, segun las ultimas investigaciones) de chicas de la calle que esta haciendo que la policia britanica se esfuerze al maximo. Desde hace dos semanas han ido desapareciendo chica tras chica en el barrio rojo de dicha localidad, y apareciendo al cabo de unos dias en un mismo arroyo, separadas tan solo por unas cuantas yardas.
En un principio parecia un asesinato mas en la ya violenta sociedad britanica. A dia de hoy, se esta buscando el cadaver de la quinta chica. Veremos si consigue arrebatar a Jack la historica mala fama que posee.

Pasando a temas más simpáticos, el grupo denominado “Salvemos a las palomas de Trafalgar Square” ha demandado al alcalde de Londres por haber eliminado el programa de ayuda a la alimentación de dichos animales presentado en 2002.
Esto demuestra el buen funcionamiento de las pensiones en Inglaterra. A más dinero obtenido del estado más aburrimiento durante la fase senil, lo que provoca la creación de tales asociaciones inverosímiles. ¿Acaso no hay suficiente porquería en el centro de Londres como para alimentar a los millones de ratas, palomas (flying rats) y ardillas (rats in a nice outfit) que pululan por la urbe?

Inglaterra debe de ser el país de la UE con más porcentaje de deuda familiar: nada más salir de la escuela te ofrecen de inmediato ayuda económica para que puedas cursar tu carrera sin la necesidad de recurrir a la remuneración laboral. Una vez acabada ésta, echas una ojeada atrás y te das cuenta de que debes al gobierno hasta 15000 libras. Años después, amortizada tu deuda, creas una familia y te hipotecas hasta el cuello para pagar la casa con cuatro habitaciones que siempre habías soñado.
Lo peor está aún por llegar: las tremendas facilidades que se te ofrece para comprar cualquier objeto de deseo aún no teniendo crédito en la tarjeta (por cierto, me he enamorado de una pantalla plana de Sony…). Todo esto conlleva a que más de tres millones de ingleses tengan en su cartera 5 tarjetas de crédito y, consecuentemente, a la aparición en escena de empresas dedicadas a reunir todos los gastos en un sólo pago mensual. Ayuda mágica que tiene un precio: el de acabar pagando un tanto menos, pero durante muchos más años.

Negado en la escuela, futuro pez gordo: Steven Henderson, de apenas 14 años, ha convertido el patio trasero de su casa de Northumberland en una refinería de aceite. El adolescente en cuestión se pasa las horas de estudio recogiendo aceite de freír usado de los restaurantes para luego transformarlo en biodiesel con el cual alimenta los tractores de la familia y ayuda a ahorrar 300 libras semanales en combustible.

Inglaterra, tierra de oportunidades: un informe no oficial publicado recientemente destaca un alto porcentaje de inmigrantes cuyo sueldo es casi sinónimo de esclavitud (hasta una libra la hora). Con razón me costó tanto encontrar laburo…

1 comentari:

Anònim ha dit...

Por estos lares, también, hay hiperconsumismo, ya lo sabes, y también las empresas para reunir deudas y luego pagarlas en 25 años, y los bordes repelentes que intentan traumatizar criaturitas( en este caso los de la generación OT) que como no tienen otra cosa que hacer que aprender a cantar, hay un individuo que ha decidido hacer de lobo, y en lugar de comérselos los hace llorar con las cosas que les suelta....como si no hubieran llorado suficiente cuandolos seleccionaron o cada vez que se marcha uno....y eso que no veo el programa que si lo viera.....lo que podría llegar a contarte.
muaks
mam