dijous, de febrer 01, 2007

DESDE LONDRES CON ESTUPOR (VII)

Támesis (cuyo significado es rio oscuro) es el nombre del río que cruza Londres. Si uno decide investigar más a fondo, puede pasarse por el Museo de Londres donde se exhibe una exposición interactiva de cómo su curso ha cambiado a lo largo de los siglos. Porque lo ha hecho, y mucho. De hecho, el nombre de Isle of Dogs, donde se encuentra el complejo financiero de Canary Wharf (que hoy día está unido a tierra firme), proviene del hecho que, efectivamente, se trataba de una isla donde habitaban varias jaurías de perros salvajes.
Este río, al tener un recorrido medio-corto, y al desembocar en el Atlántico, posee la característica de ser una especie de mar en miniatura: sufre los cambios de las mareas y tiene una fauna envidiable.
A principios de 2006, una pequeña ballena, desorientada por los radares de la armada británica, se coló a través del estuario hasta llegar al mismo centro de la ciudad. A la pobre no le debió gustar demasiado el agitado ritmo urbano (o quizás sucumbió al acento cockney) y pereció cuando estaba en proceso de rescate.


Otras moradoras del río son las gaviotas, que se adentran desde el océano para intentar alimentarse de la basura que encuentran en cualquier papelera. Su característico graznido, junto al olor a salnitre que se percibe en determinados días, hace sentirse a uno estar en un pueblo de la costa.

Cuando uno mira atentamente las aguas del Thames puede llegar a pensar que se trata de un río manso. Nada más lejos de la verdad. En tan sólo seis horas su altura puede variar hasta 10 metros. Este suceso es debido a la marea. El Támesis tiene dos corrientes simultaneas: el agua dulce fluye hacia la desembocadura por la superficie mientras que el agua del mar se adentra río arriba por la parte inferior del cauce ya que pesa más a causa de la sal que transporta.
Por este motivo se decidió levantar en el este de la ciudad las barreras artificiales (similares a las que se planean construir en Venecia para salvar a la isla) que evitan inundaciones como las ocurridas en los años 50 del siglo pasado. Desde que se erigieron, han evitado al menos diez catástrofes que hubieran causado miles de millones de libras en desperfectos. Éstas se levantan cuando la marea sube de forma desproporcionada a la vez que el cauce del río baja cargado por culpa de las lluvias abundantes.
Aún así, esta ingeniosa medida de seguridad tiene fecha de caducidad a medio plazo, lo que provoca que hoy día ya se estén tomando medidas de prevención (varios de los edificios construidos en primera línea de río son sustentados por pilones que los elevan varios metros por encima de la media sacrificando así un par de plantas enteras que serían las principales damnificadas en caso de inundación).

Como consecuencia de un trágico accidente ocurrido en 1989 (una embarcación de recreo repleta de turistas se hundió causando decenas de muertes), se decidió proveer al río de un servicio de rescate. Aún así, pasaron varios años hasta que en 2001 se inauguraron los embarcaderos situados en Gravesend, Teddington, Chiswick y Temple (ésta última llamada “Tower” ya que estuvo en un principio enfrente de la Torre de Londres).
La de Temple es la más céntrica y está compuesta por 10 miembros fijos y 40 voluntarios que navegan en formaciones de tres en tres. Fue comprada a la Policía Metropolitana por el simbólico precio de una libra, a la que tuvieron que sumar 400.000 más para su rehabilitación.

Desde el comienzo de su actividad han realizado 1781 misiones de rescate (casi una al día) y salvado a 124 personas de perecer ahogadas. Lo que nos deja con un número similar de muertos, ya que tan sólo el 50% de las personas que caen al río logran salir con vida. Si no son rescatadas en media hora, las corrientes hunden los cuerpos de los desafortunados y éstos emergen de nuevo al cabo de dos semanas.
Por eso son entrenados para que, en caso de alarma, puedan estar surcando las aguas en menos de 60 segundos.
Este año cumplen quinto aniversario. Felicidades.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

aaaaaaaaaaai!!!! quin horror caure al riu! me muero!!!! jeje! doncs sort d'aquests homes k rescaten la gent, k sino... :s PANIC!!!
Molt interessant la història... xo jo ja me la sabia una mica, pk "algú" me l'havia explicat a trossets!:p UN BESITOOOO!

Anònim ha dit...

Hombre...la isla de perros salvajes convertida en centro financiero no deja de ser una estupenda ironía...besitos...