dijous, de març 01, 2007

DESDE LEEDS CASTLE CON ESTUPOR…




El pasado domingo decidimos hacer algo por lo cual llevaba semanas suspirando: una excursión de un día. Dejar Londres a un lado y disfrutar del maravilloso escenario que es la campiña inglesa. Si uno permanece en la capital corre el riesgo de gastar una prominente cantidad de dinero haciendo cierto tipo de actividades (cine, comer fuera, café de la tarde, diario) que en tu lugar de origen te costaría tres veces menos.
Y es por eso que siempre he creído que vale más la pena salir de “Blighty” y explorar rincones nuevos.
Como el transporte ferroviario es exageradamente caro y el servicio es tremendamente tercermundista (en hora punta hay muchos más pasajeros de lo que un tren es capaz de absorber, y obliga a muchos a pasarse de pie la duración del trayecto, que puede llegar a ser de más de una hora. Lo que me lleva a pensar que en un futuro no muy lejano se nos hará familiar la imagen de trabajadores de la City o las Docklands, con sus trajes y maletines, agarrados de los laterales de los trenes, si no colgando de ellos, bajando en sus respectivas estaciones sin que el tren se haya acabado de detener).
Así que confiamos más en el autocar que en otra cosa (alquilar el coche por un día no sale rentable debido a que las compañías más importantes tienen los garajes en el centro y te ves obligado a pagar la “Congestion Charge” dos veces).
National Express es una compañía bastante fiable con unos precios razonables.
Hay un autocar diario de ida y otro de vuelta a Maidstone (a medio camino de Canterbury, donde se encuentra dicha atracción turística). Y de por medio, casi 5 horas para recorrer lo máximo posible. Menos mal que el recinto tiene más curiosidades, porque lo que es el castillo se ve muy rápido.

Leeds Castle fue construido por los normandos hace más de 900 años y, con el paso del tiempo, habitado sucesivamente por diferentes gobernantes reales, siendo el más conocido Henry VIII. Esta considerado por los ingleses el castillo más hermoso del mundo (vaya, vaya, en esto se parecen a los franceses).
Y fue recuperado del olvido allá en 1930 por una aristócrata angloamericana (Lady Baillie) que, antes de morir, creó una fundación para su conservación.
Como ya he dicho antes, el interior no impresiona en demasía. Pero es el exterior la parte que enamora. El castillo está dividido en dos unidades (la nueva y la vieja) y se cimienta en un islote situado en un lago artificial creado a partir de un arroyo.
Los alrededores están salpicados de caminos que transcurren por montes cercanos ofreciendo magníficas panorámicas del lugar.
Otro punto fuerte es la colección de pájaros tropicales que sufren las crueles temperaturas inglesas. Mención especial tiene la cacatúa que se cree humana.
Pero donde pasamos más tiempo, de forma accidental, fue en el laberinto en cuyo centro se elevaba una especia de promontorio desde el cual se divisaba buena parte de los terrenos del castillo. Entrar fue fácil, llegar al centro no tanto. Ni aún siendo ayudado por una amable pareja que nos iba guiando desde la privilegiada vista del entramado de caminillos que proporcionaba el llegar al ombligo de éste.
He ahí, tres parejas siguiendo sus instrucciones:
- Ahora a la derecha…¿podéis girar a la izquierda?...¿no?...pues es la siguiente….ooops…¡Lo siento! ¡Volved atrás y empezad de nuevo! …
Y así unos buenos 15 minutos. Cabe mencionar que ya llevábamos más de media hora intentando encontrar…¡la salida!, ya que ya nos habíamos rendido y deseábamos ir a comer.
Otra atracción que nos llamó mucho la atención fue el espectáculo de halcones y búhos que seguían las órdenes de sus cuidadores y que sobrevolaban nuestras cabezas de forma temerosa. Los kamikazes carroñeros eran de hecho bastante dóciles, tato como para dejar tocarse y ser acariciados por un buen puñado de criaturas.
A las 15.00, puntual, llegó el autocar para llevarnos de vuelta a la capital.
Fue un día agradable, sin ser excepcional.

1 comentari:

Anònim ha dit...

vaja, vaja! oeeee, ja tocava un altre mini-viatget dels vostres!:D m'hagués agradat veure-us al laberint!:p A&S searching the way home! the exit! o millor dit, la sortida que us portés cap al minjaaaar! (és que tan caminar... fa entrar gana, no?!) sembla maco el castell!
PD: sí, sí... quins ojazos que tenia la guineu! suposo k que li vas donar les gràcies i li vas pagar en efectiu per haver posat per a tu, no?! ;)