divendres, de setembre 02, 2005

FELINOS...

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Todo el mundo tiende a sentirse identificado con algo o alguien. Yo siempre lo he estado con los felinos (y sí, las lechugas también padecemos este tipo de anomalías mentales, porque aunque sólo hayaís oído hablar de nuestro corazón...también tenemos cabeza).
Siempre me he creído un tigre en la cama, veloz como un leopardo en las canchas de fútbol, un Pantera Negra cuando me ha tocado el turno de defender mis derechos, un lince a la hora de encontrar soluciones a complicados problemas,un gato con siete vidas (si no, no me explico que saliese ileso de un golpe en la cabeza con una pelota de hockey al asisitr a un partido, o de aguantar unos minutos cuando era muy crío flotando cara abajo en el mar-pregúntenle a mis hermanos. ..eran aquellos que hacían apuestas en la orilla a ver cuánto duraba en hundirme-. Hasta sobreviví a un violento accidente en bicicleta contra un coche. No culpen al conductor. No suele haberlo en coches mansamente aparcados). También me identifico con ellos porque soy dulce como un tigretón, ligeramente despiadado como la Pantera Rosa y hasta me quedo mirando al vacío como hobby preferido.
Pero el otro día me hundieron...se ve que los gatos no notan el sabor dulce de las cosas (lo leí en un artículo de una revista no zoológica, cosa que me alivió). Algo que dudo que yo sea capaz de no sentir, ya que me tomo unos 3 ó 4 postres al día.
Ésto y otras cosas como mi excesiva vagancia, abundancia de pelo y afición por la lasaña me ayudan a seguir pateando culos de perro y chafando arañas.

1 comentari:

Unknown ha dit...

Te subestimas, querido hermano... ¿3 o 4 postres al día? Pon "por comida" y deja tu modestia de lado... ¡Jur jur jur!