VOGONS





Hace un tiempo conocí desde la platea de un cine a una especie digna de mención (y no por el hecho de que uno de los actores que los representaba se llamase casi como mi hermano). Los vogons son unas criaturas poseedoras de una gran sensibilidad para la poesía. Es más, son altruistas puros, ya que desean compartirla contigo y, para lograrlo, no dudarían ni un instante en amordazarte para centrar tu atención y facilitar su escucha.
Físicamente no son muy afortunados: tienen forma de "C", caminan como un bebé con tres pañales y su color de piel es de color verde mucosidad. Eso sí, sus labios son carnosos como una pata de pollo...toda una ventaja para quien quiera mantener algo más que amistad con ellos. ¡Pero ojo! Si éste es el caso de alguno/a de vosotros/as, tened presente lo difícil que os será, ya que son criaturas extraordináriamente burocráticas, por lo que se os requerirá de más de un formulario en caso de cualquier propuesta (hacer zapping, ir al mercado o sacar a pasear a tu robot deprimido).
También son conocidos por su gran sentido de la practicidad (al encontrarse con una valla de medio metro de altura): "¡Oh! ¡Está trabada por el otro lado! ¡Ahora hemos de dar la vuelta¡".
Eso sí, desde mi asiento no lo notaba, por lo que no puedo asegurarlo del todo, pero su olor corporal no debe ser muy agradable. Dudo que alguien tienda a mantener una buena higiene personal si se tiene pánico a las toallas.
Así que ya los conocéis. O los tomáis o los dejáis. Yo ya hice mi elección: quedé con un par de ellos hace tres milenios para tomar el té de las cinco mañana.